domingo, 3 de julio de 2016

CRISIS EPISTEMOLOGICA EN EL SIGLO XX



¿EXISTE CRISIS EPISTEMOLÓGICA?

La Crisis Epistémica del Siglo XX, Nace, entonces, insistente la pregunta: ¿dónde está ese concepto clave que haría inteligible este mundo complejo? Desde luego, no puede ir por los rieles clásicos, como exige quien dice: "yo no creo en la astrología hasta que no se demuestre científicamente". Pero "científicamente" quiere decir, aquí, "de acuerdo al paradigma mecanicista", el cual, por definición, excluye las fuerzas o causas que intervienen en la astrología. Lo mismo habría que decir, en parte, de nuestra matemática, fundamentada en las propiedades aditiva y conmutativa. Necesitamos una matemática de lo cualitativo, una matemática gestáltica donde el énfasis no esté puesto en la cantidad, sino en la relación, es decir, en la forma y orden.
Nuestro aparato conceptual clásico, el que creemos riguroso centrado en la objetividad, el principio de causalidad, el determinismo, la experiencia, la lógica formal, la verificación, resulta corto, insuficiente e inadecuado para simbolizar o modelar realidades que se nos han ido imponiendo, sobre todo a lo largo de este siglo, ya sea en el mundo subatómico de la física, como en el de las ciencias de la vida y en las ciencias sociales. Para representarlas adecuadamente necesitamos conceptos muy distintos a los actuales y mucho más interrelacionados, capaces de darnos explicaciones globales y unificadas.
Considero que el gran desafío para las ciencias sociales consiste en aprender a nombrar la totalidad (con su persistente rostro colonial) sin caer en el esencialismo y el universalismo del meta relatos. La tarea de una teoría crítica de la sociedad es, entonces, hacer visibles los nuevos los mecanismos de producción colonial de las diferencias en tiempos de globalización.
Es obligación de todo científico ir más allá de sus horizontes, ampliar su percepción e información en los diversos campos de estudio, tanto de las ciencias duras como de las humanas. Es labor de los comunicólogos renovar conceptos, formas, elaborar nuevas teorías y enlazar todo aquello que pueda ofrecer una nueva perspectiva, un cambio que se acomode a los nuevos paradigmas científicos y genere en un futuro una ciencia donde quepamos todos.

 ¿QUÉ PLANTEA ESTA CRISIS?
Los problemas planteados en la actualidad por la epistemología pertenecen a dos grandes grupos. Unos son de carácter general, ya que abarcan la totalidad de las ciencias. Otros son específicos de cada grupo de ciencias, se refieren a una sola ciencia o a alguna rama de una determinada ciencia.
En primer lugar, la epistemología se plantea problemas que se refieren a las relaciones entre las diversas ciencias. La pluralidad de las ciencias, su incesante proliferación, sus encabalgamientos y enlaces, su dispersión, no satisfacen al espíritu del sabio a quien llevan a preguntarse por los problemas de su coordinación. Hoy ha cambiado el viejo problema de la clasificación de las ciencias y nadie pretende construir un sistema rígido e inmutable en el que cada ciencia tendría su lugar propio y definido con sus diversos compartimentos, pero un cuadro de referencia siempre es necesario y lo único que se exige es que sea manejable y abierto, que refleje el estado presente de la ciencia y admita enlaces y reorganizaciones.
En segundo lugar, la epistemología se plantea también el problema de las relaciones entre los dos grandes grupos en que se distribuyen las ciencias. En general se admite la división entre las ciencias formales, por una parte, lógica y matemáticas, y las ciencias de lo real, por otra. A partir del nacimiento de la matemática racional la pregunta inevitable es la del acuerdo entre sus explicaciones y las de la experiencia.
En tercer lugar, son también problemas de la epistemología los referidos al análisis de algunas nociones comunes a todas las ciencias o a la mayoría de ellas. El matemático, físico, naturalista y lexicógrafo se sirven también de definiciones, pero ¿tienen el mismo significado? Para el matemático la probabilidad es objeto de cálculo; el físico sabe que sus métodos inductivos desembocan en probabilidades y considera a todas sus leyes como probabilidades; el historiador se pregunta sobre la probabilidad de los testimonios: ¿se trata siempre de una misma probabilidad en estas diversas ciencias, o si no, ¿cómo se organizan entre sí estos diversos sentidos?
En cuarto lugar, se dan también problemas epistemológicos, en las dos maneras de concebir las relaciones entre la parte teórica y la experimental de las ciencias, o, lo que es casi lo mismo, en el significado de las teorías. Cuando se intenta acatar el imperativo de inteligibilidad que compara al científico con el filósofo, y el imperativo de efectividad que lo relaciona con el ingeniero, resulta que no concuerdan entre sí y la tensión resultante determina en el interior de cada ciencia un desacuerdo sobre el ideal científico. Es en las ciencias de la naturaleza donde se manifiesta más claramente tal desacuerdo en las dos maneras de concebir las relaciones entre la parte teórica y la experimental, o, lo que es casi lo mismo, el significado de las teorías: ¿intentan profundizar en nuestro conocimiento de los fenómenos buscando, detrás de las leyes, las causas explicativas, o bien, no son más que una sistematización de un conjunto de leyes? Pero también ocurre algo semejante en otras ciencias, como en biología, con la oposición del mecanicismo frente al vitalismo; en psicología, con la del behaviorismo frente a la reflexología; en historia, dada la oposición de la historia de los acontecimientos con la historia explicativa o más bien comprehensiva, oposiciones que parecen proceder de una dualidad en el ideal científico.
En quinto lugar, y como primera consecuencia del descenso de la generalización epistemológica hacia el ámbito de cada una de las ciencias, se encuentran los problemas específicos del primer grupo de ciencias, las ciencias formales. La lógica, bajo su nueva forma de lógica simbólica o logística, figura junto a las matemáticas y en estrecha unión con ellas, y ello plantea bajo una nueva forma el problema de la relación entre ambas disciplinas. Con la nueva lógica el problema esencial es saber si las matemáticas se pueden reducir a ella, lo que sería una manera de fundarla. Además, cada problema de la epistemología matemática tiene su correspondiente en lógica y a la inversa. Así, por ejemplo, son comunes a ambas ciencias el problema del estatuto ontológico de sus nociones o del correspondiente objetivo de sus términos. Con facilidad puede plantearse en matemáticas el problema de saber si los principios de la lógica expresan leyes del ser, normas del pensamiento o bien reglas para la manipulación de los símbolos, es decir, si la lógica es una ciencia objetiva, normativa, o bien un arte del cálculo y del juego.
En sexto lugar se plantean los problemas de epistemología comunes a las ciencias de la realidad, que tienen en física una forma modélica, ya que al hablar de dichos problemas casi siempre se piensa en ella. Los problemas principales son tres, según se haga hincapié en la construcción de los conceptos, en la estructura de las explicaciones o en la validez de las conclusiones. Los problemas relativos al método experimental y a la naturaleza y justificación de los procedimientos inductivos ocupan evidentemente un lugar importante en dichos estudios, pero el gran problema es el de su unidad: ¿pueden agruparse todas las ciencias de la realidad en un solo tipo fundamental, cuyo modelo más completo sería la física?, ¿sobre qué base lo harían?, ¿deben quedar irremediablemente separadas en dos o tres ramas?
En séptimo lugar están los problemas epistemológicos más particulares, relacionados con las ciencias de la vida y las ciencias del hombre. Aparecen en estas ciencias conceptos fundamentales comunes a la física, como el concepto de ley, pero aparecen también conceptos ajenos a ella, como el de ser; estas ciencias hablan de hechos, pero también de valores. Puede analizarse un ser como una intersección de leyes, pero se elude así la característica esencial de su individualidad. Pueden considerarse los valores como datos de hechos, pero ¿estos hechos son de la misma naturaleza que la de los hechos que trata la ciencia del mundo físico? Los conceptos propios de estas ciencias como los de tendencia, función, éxito y fracaso, normal y patológico, finalidad, son problemáticos y exigen análisis epistemológicos más específicos. El problema más grave es saber si estas nociones pueden interpretarse con el lenguaje de la física, o cuando menos ponerse de acuerdo con él. Además, la presencia en las ciencias humanas de nociones como conciencia, actividad voluntaria, lenguaje, utensilios, política, religión, arte, han hecho surgir nuevos conceptos y problemas, como, por ejemplo, en este nuevo campo ¿hay que sustituir la comprensión por la explicación?; ¿las finalidades pueden, y de qué manera, considerarse causas?; ¿en qué medida, o en qué forma, la aplicación del instrumento matemático es posible y deseable? En el interior de estas ciencias se plantea la cuestión de su homogeneidad y de su jerarquía. En ocasiones, una de estas disciplinas e incluso una teoría surgida de una de ellas preside el conjunto o se atribuye una función rectora. Así, en el siglo XIX, la historia no sólo se desarrolla por sí misma, sino que predomina en todas las partes en donde se habla del hombre, y el materialismo dialéctico de Marx y Engels o el psicoanálisis, habiendo nacido en el seno de una de estas ciencias, han servido de principio general de explicación para todos los temas humanos.

 ¿QUÉ ES UN COMUNICÓLOGO?

El comunicólogo es todo egresado/a universitario/a de grado o posgrado de las distintas Carreras de Ciencias de la Comunicación Social habilitado/a para ejercer profesionalmente la Comunicología como Investigador/a, Docente, Director/a de Comunicación (DIRCOM), Responsable Interno/a o Asesor/a Externo de Comunicación en todas las organizaciones ya sean estas públicas, privadas o comunitarias.
Como explica Roberto Follari en el artículo de "Comunicología Latinoamericana" debe hacerse una distinción entre el comunicador y el comunicólogo.
Un Comunicólogo desarrolla procesos comunicativos utilizando diversas técnicas y herramientas de comunicación, estas herramientas pueden ser los medios masivos cine, tv, radio, carteles, etc. pero ojo con esto, ser Comunicólogo, no significa trabajar en medios,(lo puedes hacer claro porque sabes cómo desarrollar un mensaje, pero no estudias comunicación para ser conductor, estudias esta carrera para ser, bueno si es que te gustan los medios, productor, director, etc.) puedes desempeñar funciones relacionadas con la comunicación organizacional de una empresa, desarrollar la imagen corporativa de una empresa o un instituto político, y sobre todo algo muy interesante puedes hacer investigación social, un Comunicólogo es un científico social igual que el antropólogo, sociólogo, politólogo, psicólogo, en el campo de las ciencias sociales el Comunicólogo estudia las representaciones simbólicas y significativas de todas las manifestaciones comunicativas del ser humano, el hombre es un ser simbólico por naturaleza por lo tanto en todo momento está comunicando. Para el estudio social el Comunicólogo utiliza la SEMIOTICA la ciencia que estudia los signos

¿CUÁLES SON LOS APORTES DEL COMUNICÓLOGO?
Sus aportes se basan en hacer visibles y comprensibles los múltiples procesos de construcción de sentido que nos rodean. Su trabajo consiste en transformar datos abstractos y fenómenos complejos de la realidad en mensajes visibles y comprensibles por múltiples audiencias.
Su ejercicio profesional es tanto un proceso como su resultado, el cual cristaliza en un acto de transferencia de conocimientos. De hecho, se trata de una “mediación didáctica” en la dialéctica de lo real directamente “visible” y lo real “invisible”. Es a la vez una “puesta en conocimiento” y una “puesta en común”, es decir, un hecho de comunicación.
En este marco general, el desafío consiste en la construcción de un campo disciplinar que implique a todos aquellos profesionales vinculados con la Gestión Comunicacional.
La comunicología tiene un emergente desarrollo en América Latina, concretamente en México, en Chile y en Colombia. Tiene referentes inmediato en los llamados estudios culturales, con personalidades sobresalientes como Néstor García Canclini o Jesús Martín-Barbero. En el caso de la Escuela de Santiago de Chile, la comunicología está fuertemente influenciada por la biología del conocimiento y las ciencias cognitivas desarrolladas por Humberto Maturana y Francisco Varela y se expresa con vitalidad en los trabajos realizados e impulsados desde los años ' 90, por la Fundación de la Comunicología.
Los comunicólogos han asentado ya muchas teorías y principios que configuran su doctrina. Así, "la teoría de la bala mágica o de la aguja hipodérmica" o "el principio de que el medio es el mensaje" son formulaciones que constituyen la base de la disciplina.


 



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